El faro de Barbaria está situado en el área más despoblada de Formentera, con un interés paisajístico de gran importancia. En los atardeceres invernales se pueden contemplar frecuentemente algunas montañas de la costa peninsular: el conocido como Montgó de Denia.
Al igual que la Mola es una zona de cría para las dos especies de pardelas, la ”p. cenicienta” y la “p. pichoneta” . En los alrededores del faro existen unos cuantos yacimientos arqueológicos catalogados y fechados entorno al 1.500 a.c.
Representa un típico faro de los levantados durante los años setenta, automatizado desde el principio mediante válvula solar, con una óptica giratoria catadióptrica y mezcladores Dalen de gas acetileno.
En 1995 se instalaron nuevos equipos de alumbrado alimentados con energía fotovoltaica, pero conservando la óptica original. El sistema de rotación pasó entonces a ser de tipo electro-magnético, y la iluminación comenzó a realizarse mediante el empleo de lámparas de descarga. Estuvo a cargo de los técnicos residentes en el faro de La Mola, hasta que éste quedó deshabitado. Ambos faros están hoy día tele controlados y su mantenimiento depende de los técnicos de Ibiza.
El faro de Barbaria es la luz más meridional del archipiélago balear. Debido a su protagonismo en diferentes eventos mediáticos, como la película del director Julio Medem “Lucia y el sexo”, y algunos spots publicitarios, se ha convertido en uno de los reclamos turísticos más destacados de Formentera. Se encuentra situado en el enclave menos poblado de la isla, con un entorno rocoso que le aporta una gran singularidad.