Al final de la carretera principal, después de San Ferran y Es Caló es El Pilar de La Mola, el pueblo más alejado y que se sitúa en el punto más alto de la isla, a unos 12 kilómetros del puerto de La Savina.
Se puede decir que este es uno de los pueblos más tranquilos, ya que debido a la distancia, no es tan frecuentado por los turistas y hay relativamente pocos comercios y restaurantes.
Su mayor atractivo es el mercado hippie que se realiza dos veces a la semana y que atrae a multitud de gente.
Otro de los atractivos de este pequeño pueblo es el faro de La Mola, situado sobre los acantilados, desde los cuales se pueden ver unos maravillosos atardeceres y disfrutar de la soledad del lugar. Es ciertamente destacable que Julio Verne se inspiró en este faro para su obra "Hector Servadac", motivo por el cual podemos encontrar un monolito en recuerdo del gran novelista francés.