Si algo caracteriza a La Savina es el continuo tránsito de embarcaciones: barcos que traen y se llevan turistas y formenterenses, pequeñas y grandes embarcaciones de pesca, y en verano un increíble número de embarcaciones de recreo capitaneadas por gentes que deciden pasar sus vacaciones estivales en el mar, recorriendo las costas mediterráneas.
La evolución del turismo ha provocado también la misma evolución en el puerto; lo que empezó siendo un amarradero para unas pocas embarcaciones de pesca, es hoy en día un puerto que da refugio a un gran número de embarcaciones, sobre todo en verano.
En verano se realiza un colorido mercadillo hippie en el paseo del puerto donde podrá realizar compras de última hora o dar un agradable paseo.
Por el mismo motivo también ha crecido el núcleo urbano de La Savina: ahora una gran cantidad de bares, restaurantes y pequeños comercios rodean el paseo marítimo, dando más vida y color al pequeño puerto de Formentera.
Bullicioso de dia y tranquilo de noche el nexo de unión de Formentera con el resto del mundo es perfecto para cenar y tomarse una copa junto al mar.